Las posturas Asana dentro del Yoga

Las Asanas en el Yoga: ¿Qué son? ¿Para qué sirven? ¿Cómo se realizan?

 

Las Asanas no son más que todas las posturas que se realizan en una sesión de yoga común y corriente. Estas posturas tienen como finalidad conectar nuestro cuerpo con nuestra mente, dotándonos de un entrenamiento físico con múltiples beneficios y al mismo tiempo paz y bienestar mental. Expertos en yoga han definido a las Asanas como “posturas fáciles de aprender y ejecutar, estas posturas deben realizarse hasta poder sentir como se entra en comunión con la naturaleza y la vida misma.”

Esta definición nos sirve para desarrollar los pasos necesarios para realizar un entrenamiento de yoga de manera adecuada: Estar inmóviles, realizar la posición durante suficiente tiempo y relajarse. No se debe imitar una postura estándar, sino más bien el concentrarnos al realizar las posiciones y respirar de una manera adecuada.

Las Asanas dependen mucho del tipo de yoga que se quiera practicar ya que existen cientos de tipos de Asanas para otros muchos tipos de yoga.

No es necesario preocuparse sobre si podremos copiar las posturas de guía, las Asanas se adaptan a nuestro cuerpo y siempre serán fáciles de realizar. A continuación te mostramos cuales tipos de Asanas están recomendadas para principiantes que quieran experimentar la relajación del cuerpo y mente mientras tonifican sus músculos.

La Asana general

Es el tipo de Asana por defecto, es decir, base. Se realiza colocando las rodillas y los pies juntos, las nalgas se apoyan sobre los talones y los brazos se colocan a los lados del cuerpo. Después de realizar esta posición se baja la cabeza sin despegar el trasero de los pies y se coloca la frente sobre el suelo, los brazos proceden a relajarse. Este tipo de Asana hace que nuestra cadera sea flexible y nuestra espalda se tonifique.

La flexión de rodillas

Procedemos a sentarnos con las piernas sobre el suelo y sin flexionar las rodillas, nuestra espalda debe estar recta, imagínate a ti misma como una letra “L”. Luego se deben tomar la punta de los dedos del pie con las manos, sin flexionar las rodillas ni la espalda, solo la cadera. Realizando esta Asana nuestra espalda se relajará.

 

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